CENTRO CULTURAL PUERTA DE TOLEDO
c/ Gran Vía de San Francisco, 2. Madrid. Metro Puerta de Toledo
Entrada libre y gratuita hasta completar el aforo
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MIÉRCOLES 13 DE ABRIL
TEATRO
UNA NOCHE BLANCA CON LOS CLÁSICOS
DOS PASES: 10 Y 12 h.
por la Cía. de Blanca Marsillach
Blanca Marsillach rememora y dialoga con su padre Adolfo Marsillach en la obra "Una noche blanca con los clásicos". El espectáculo, dirigido a estudiantes, pretende acercarles a autores clásicos como Lope de Vega o Calderón.
El espectáculo es una adaptación del que su padre creara "Una noche con los clásicos" para representar junto a Amparo Rivelles y María Jesús Valdés, basado en la poesía de nuestro Siglo de Oro. Se trata de acercar los clásicos, de una forma actual y asequible, a un público adolescente.
La obra se divide en dos partes: una primera en la que dos actrices y una retroproyección de Adolfo Marsillach recitan los poemas seleccionados, y una segunda parte en la que el público se sube al escenario. Se rompe así, la cuarta pared y quienes hasta entonces habían sido espectadores, se convierten en actores que pasan a recitar poemas clásicos como “Que se nos va la Pascua, mozas” o “Poderoso caballero es Don Dinero“ para pasar, una vez se han familiarizado con el verso, a rapearlo, gracias a que, al ser ambos endecasílabos, rap y poesía tienen la misma métrica.
Blanca Marsillach rememora y dialoga con su padre Adolfo Marsillach en la obra "Una noche blanca con los clásicos". El espectáculo, dirigido a estudiantes, pretende acercarles a autores clásicos como Lope de Vega o Calderón.
El espectáculo es una adaptación del que su padre creara "Una noche con los clásicos" para representar junto a Amparo Rivelles y María Jesús Valdés, basado en la poesía de nuestro Siglo de Oro. Se trata de acercar los clásicos, de una forma actual y asequible, a un público adolescente.
La obra se divide en dos partes: una primera en la que dos actrices y una retroproyección de Adolfo Marsillach recitan los poemas seleccionados, y una segunda parte en la que el público se sube al escenario. Se rompe así, la cuarta pared y quienes hasta entonces habían sido espectadores, se convierten en actores que pasan a recitar poemas clásicos como “Que se nos va la Pascua, mozas” o “Poderoso caballero es Don Dinero“ para pasar, una vez se han familiarizado con el verso, a rapearlo, gracias a que, al ser ambos endecasílabos, rap y poesía tienen la misma métrica.
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